Estar embarazada en verano tiene tanto sus ventajas como sus inconvenientes. Sin embargo, es una época especial que puedes afrontar con energía y vitalidad, si sigues una serie de consejos que te ayuden a evitar cualquier tipo de dolor y a aliviarlo si alguno de estos aparece. Desde el Doctor Villalobos, te damos varias recomendaciones para que disfrutes de tu embarazo de la mejor forma posible.
Durante la temporada estival, el ritmo de vida es más relajado, lo que conlleva más horas de descanso. Aun así, problemas como las bajadas de tensión se pueden complicar en verano, debido a que el calor y los ambientes cerrados pueden contribuir a que te marees. Hidratar tu cuerpo es la mejor opción para evitar tanto los desmayos como la retención de líquidos.
Asimismo, refrescarse, ya sea en el mar o en la piscina, también es una buena opción para aliviar la hinchazón de tobillos y piernas, ya que favorece la circulación y disminuye la temperatura corporal. Mantén las piernas en alto y masajéate para calmar cualquier tipo de dolor en esa zona.
Otro de los problemas que nos podemos encontrar en los meses de verano estando embarazada y que afectan directamente a la piel, en concreto al rostro, son las manchas. Además, no solo aparecen estas manchas oscuras, sino también la piel puede sufrir irritaciones y sequedad. Es necesario evitar los rayos de sol en las horas puntas del día, usar mucha protección solar y descansar en la sombra.
De igual forma, reposar por el día también implica hacerlo por la noche, y es que las altas temperaturas y las comidas abundantes dificultan tu sueño. En cuanto a la comida, dependiendo de lo que cenes antes de irte a dormir, tu cuerpo reaccionará de una manera u otra. Asimismo, también deberás tener en cuenta la ropa que usas, ya que no debes ponerte prendas ajustadas que te compriman el cuerpo, y menos en verano, porque puede afectar a cómo te sientes.
Descansa, hidrátate y ten una buena alimentación para pasar un verano caluroso, pero sobre todo especial y único, esperando a tu bebé.