Después de confirmar el embarazo, el ginecólogo manda hacer un análisis de sangre para, entre otras, comprobar si la embarazada genera o no anticuerpos contra el Toxoplasma Gondii, protozoo parásito causante de la toxoplasmosis: una patología que puede afectar gravemente al feto e incluso provocar un aborto.
La toxoplasmosis es una afección asintomática en el 50% de los casos y su sintomatología se suele confundir con la de una gripe común y su duración es corta, similar a la listeriosis, infección sobre la que ya hablamos anteriormente. El único modo de saber si se ha padecido antes de estar embarazada es por mediación de un análisis. Además, se transmite principalmente a través de la ingesta de alimentos y por contacto con animales que sean portadores de la infección, aunque esta posibilidad es más remota.
El principal animal portador de este parásito que convive con los seres humanos es el gato, ya que se trata de una especie en la que el parásito es capaz de sobrevivir al ciclo digestivo y, por tanto, la transmisión tiene lugar a través del contacto con sus heces. Es por eso que es importante evitar el contacto con gatos durante el embarazo. No obstante, si tu gato nunca ha entrado en contacto con otros gatos y no ingiere carne cruda o semicruda en su dieta, difícilmente puede contraer toxoplasmosis.
¿Cómo detecto si mi gato tiene toxoplasmosis?
Siempre es recomendable acudir al veterinario para comprobar que los gatos domésticos no han contraído toxoplasmosis y no son portadores del Toxoplasma Gondii. Mediante una analítica, el veterinario podrá determinar si es seguro convivir con nuestra mascota.
¿Cómo se contagia el bebé y qué efectos tiene?
La toxoplasmosis se contagia a los bebés a través de la placenta, aunque no en todos los casos se transmite el Toxoplasma Gondii al feto cuando la madre padece esta infección y la probabilidad de contagio ronda el 40% de los casos.
Si el parásito atraviesa la placenta e infecta al bebé, puede causar lesiones severas en cerebro y ojos, además de la pérdida de audición, problemas cognitivos futuros e incluso la muerte del bebé. Si la infección se produce durante las primeras semanas de embarazo, normalmente provoca la interrupción del embarazo.
Cerca del 15% de las embarazadas son inmunes a la toxoplasmosis antes del embarazo al haber sufrido la infección con anterioridad, así que un elevado porcentaje de embarazadas (85%) puede contraer la infección y transmitirla al bebé. La prevalencia de esta infección es de 1 entre 1.000 entre las embarazadas.
Consejos del Doctor Villalobos
- Evita la ingesta de carne cruda o poco hecha.
- Evita a gatos que estén en contacto con otros gatos o que ingieran carne cruda o semicruda en su dieta.
- Asegúrate de que los alimentos que consumes hayan sido cocinados debidamente.
- Lava bien las frutas, verduras y hortalizas antes de comértelas.
- Si has manipulado alimentos crudos, límpiate bien las manos con agua y jabón antes de comer.
- No tomes leche o derivados que no hayan sido pasteurizados previamente.